Albert Lleida, el mundo en silla de ruedas.
Publicado: Abril 2025
Por: Entre Desafíos
La historia de Albert (1966) es, sin duda, uno de los relatos viajeros más inspiradores que hemos publicado hasta la fecha en Entre Desafíos. En cada respuesta de la entrevista podemos intuir una capacidad de superación sin límites, es precisamente de límites de lo que no entiende nuestro protagonista.
A los 50 años de edad, Albert sufrió un grave accidente practicando parapente por el que queda parapléjico. Lo que hace después, (no sin pasar por momentos tremendamente duros) es pura pasión por la vida. ¿Pero como era Albert antes de la lesión medular? Lleida destaca por su gran afición a los deportes extremos, en concreto por la escalada y el alpinismo. Tiene contabilizadas en su cuaderno de bitácora mas de 300 vías completadas entre las que destacaría la famosa pared vertical «El Capitán» (Yosemite), la cara sur del Montblanc, El Cervino en invierno, varias cimas en Groenlandia y hasta 6 ascensos en paredes verticales de puro hielo.
Su carácter se ha forjado en la naturaleza, entre la roca de la escalada y la nieve de los pirineos y nos deja claro que su pasión por los deportes extremos no son simplemente un hobby, sino una forma de entender la vida. Podríamos definirle como una persona inquieta, un alquimista de la vida y por supuesto, un nómada en silla de ruedas.
Con su historia pone de manifiesto que lo que para algunos puede ser un «imposible» para el es «otra forma de afrontar la vida». Por mencionar algunos de los desafíos a los que se ha enfrenado desde su lesión medular; En 2021 cruzó durante 3 semanas el Atlántico en Velero sin motor, uniendo Tenerife con Guadalupe, en Las Antillas.
En 2023 recorrió con una bicicleta adaptada (handbike) los más de 1.500km que separan Barcelona de Santiago de Compostela. Este mismo año se convirtió en la primera persona en ascender en silla joelette (Silla adaptada todo terreno monorueda que permite practicar senderismo o Trail con la ayuda de al menos dos acompañantes) los picos Nou Creus (2.800 m), Bastiments (2.881 m) 2024 y fue el segundo en ascender al Puigmal (2.910 m) en 2019.
Pero por si todo esto no es suficiente para calmar la sed de montaña de Albert, en 2024 consigue llegar al campo base del Everest (5.363 m) en el corazón del Himalaya, convirtiéndose en el primer europeo en completar este desafío y el primero del mundo en hacer el treking del campo base del Everest en silla joelette.
ENTREVISTA
- Albert, hemos repasado muy brevemente tus desafíos más destacados, ahora te toca a ti, ¿Cómo te definirías a ti mismo? ¿viajero? ¿nómada? ¿deportista extremo?
Un alquimista de la vida, desde que voy en silla de ruedas gestiono mis viajes como si estuviera escalando en «Big Wall» (tipo de escalada en roca en la que se sube un largo camino de varios trechos, por lo que el ascenso normalmente requiere más de un solo día.), en pared tanto has de saber planificar como tener la capacidad de improvisar. ¿Viajero? Un nómada en silla de ruedas puesto que hace 6 años que vivo 365 días año en mi Camper adaptada, con la que he visitado más de 40 países, pero he sido viajero toda mi vida y no sería capaz de recordar todos los viajes que he echo fuera de nuestras fronteras. Por tanto no un deportista extremo. Solo un amante del esquí pues hace 45 años que esquío, y conocí el sitwake en 2020 y me sentí absolutamente atraído por el, por eso decidí competir en campeonato de España. En cuanto a mi pasado alpinista y como escalador, siempre lo he vivido como una filosofía de vida, escaló y esquío desde mi adolescencia por lo que la montaña y la roca han forjado mi carácter y perspectiva de vida.
- ¿Quién es entonces Albert Lleida?
Albert Lleida nació y se reencarnó como tal en 2016 cuando un accidente en parapente me dejó en silla de ruedas, desde ese día el padre de familia, cocinero y sobre todo escalador, decidió poner toda su energía y conocimiento obtenido en su vida anterior en mirar hacia delante, cumplir el máximo número de sueños y proyectos de vida, y seguiré haciéndolo todo el tiempo que está nueva vida me permita, pues mi realidad es que vivo en el filo de la autosuficiencia, pues soy consciente de que cualquier complicación en mi movilidad me convertirá en dependiente, siento profundamente como mías las palabras de Lionel Terray, cuando después de ser el primer alpinista en ascender una cima de 8.000 metros (Annapurna) se definió como un conquistador de lo inútil. Así me siento, ahora mis “ascensiones”, mis vías de escalada son mis viajes y retos por el mundo, ¿por qué lo hago? Pues porque veo la vida y el mundo como algo simplemente maravilloso que hay que sentir a flor de piel.
Soy un nómada en silla de ruedas, amo la naturaleza y a las personas que conozco en mis viajes por el mundo practicando mis deportes favoritos.
- Está clara tu pasión por los deportes extremos, tanto que un accidente en 2016 cambió tu vida ¿Qué supuso en tu vida este cambio?
La lesión medular fue devastadora en mi vida, fue tierra quemada y en ese momento destruyo de tal modo mi existencia que considere firmemente la opción del suicidio, no deseaba vivir una silla en silla de ruedas y todas las consecuencias y patologías que ello comporta, destruyó mi mundo, y aunque pueda parecer puro romanticismo, fue el amor por mis hijos lo que evitó que me quitará la vida, fue en ese justo instante, apoyado en la barandilla de aquel puente que tomé consciencia del privilegio que significaba la vida, y que valía la pena intentar salir adelante, que el amor que sentía por mis hijos, amigos y la propia vida eran un regalo y no podía desperdiciar tal privilegio.
- ¿Cómo decides el destino de tus diferentes viajes/desafíos? ¿Tienes en cuenta la silla a la hora de elegir el destino?
Hay algunos viajes que son sueños de infancia, cómo cruzar y navegar el Atlántico o viajar por África, otros son simplemente el placer de viajar como ha sido Uzbekistan o Europa pero la pauta que marca como decido mis viajes es que han de ser un reto para mi. La silla de ruedas siempre es un hándicap, es muy complicado viajar por el mundo sentado en ella, pero es precisamente ella la que me posibilita poder moverme de manera autónoma. Está claro que es menos complicado viajar por Europa que cruzar el Atlántico o África, pero estoy dispuesto a pagar el precio de las dificultades que supone la silla y poder vivir y viajar por el mundo.
- Acabas de volver de la primera etapa de tu viaje por África por el que has llegado en solitario hasta Costa de Marfil. Háblanos de este viaje, ¿Cómo es enfrentarse a un viaje de este tipo? Entiendo que la lesión medular pueda suponer un reto adicional, ¿Cómo lo afrontas? ¿Cuál es el mayor reto en un viaje de este tipo?
Viajar por África siempre es un reto para cualquier persona, es vivir una aventura que la silla de ruedas complica de manera exponencial, afrontar este viaje siendo parapléjico supone saber que hasta lo más sencillo, dormir, evacuar, etc va a ser un reto, hay que aceptar que va ha ser muy complejo y que va a exigir lo mejor de ti, pero también se que las vivencias que me traiga el camino van a ser un tesoro que conservaré el resto de mi vida.
La lesión medular comporta muchas más dificultades de las que podemos imaginar pues todo lo que está por debajo de la lesión medular, deja de funcionar de manera total o parcial, no sólo no puedes caminar sino que dejan de funcionar los esfínteres, comporta problemas endocrinos, eres propenso a las infecciones de orina, al dolor neuropático, mala circulación en las piernas, llagas, etc etc etc. Sabes que te expones a tener que pasar por el hospital ante un problema estomacal o renal y que en países del llamado tercer mundo hay que aceptar que un pequeño problema de salud se puede convertir en el riesgo real de poner en riesgo tu propia vida. Realmente enfrento este viaje con mucha autoconfianza, máxima previsión a nivel médico y con la perspectiva más realista y optimista que mi experiencia me permite.
Se que hay riesgos importantes y los tengo en cuenta, accesibilidad , salud, incluso seguridad ya que ante una agresión o robo, no tengo la más mínima posibilidad de poder enfrentarme con posibilidad de salir indemne, pero también se que la mayor parte de los miedos que nos invaden en un viaje como este no van ha suceder, hay que saber gestionar el pánico, y cuando te encuentras ante una situación o echo complejo hay que gestionarlo de la mejor forma posible y no dejar que esos instantes o situaciones estropeen todo el trabajo y vivencias del viaje.
- ¿Cuál es la realidad de África? ¿Se sorprenden los locales al verte llegar desde tan lejos?
La realidad de África es impactante, sobre todo en viajes en los que no eres un turista que vive en un resort de lujo , sino que eres un viajero que vive en primera persona la realidad africana, pobreza, supervivencia, humildad, hospitalidad y todas las dificultades que pasan para poder comer y conseguir las necesidades más básicas para vivir.
En África los niñ@s trabajan aunque vayan a la escuela, las mujeres se casan a los 14/15 años y a los 20 ya tienen tres o cuatro hijos, y la enfermedad a menudo es una sentencia, yo mismo no hubiera sobrevivido si hubiera sido africano, pero al convivir con ellos descubres una humanidad que en nuestro “ primer mundo” prácticamente hemos olvidado y ya solo sobrevive en zonas rurales.
En cuanto en como me ven, básicamente me ven como un ovni, la sorpresa absoluta es su primera reacción cuando me ven montar la silla de ruedas para bajar del coche, y lo habitual es que un montón de niños y adultos me rodeen para ver cómo lo hago. Hay que tener en cuenta que allí no hay parapléjicos porque ninguno sobrevive, y el 99’99% de las personas que no pueden andar, básicamente por poliomielitis, están pidiendo limosna o vendiendo cualquier cosa para sobrevivir.
En zonas rurales, los niños creen que la silla es un juguete y los adultos les tienen que explicar porque voy sentado en la silla y a menudo me dicen que soy la primera persona usuaria de silla de ruedas que ha pasado por su poblado. También es cierto que la silla de ruedas multiplica su hospitalidad hacia mi y me ofrecen comida, alojamiento, agua para lavarme y su respeto y admiración, siempre sumamente hospitalarios conmigo, y me felicitan por mi valentía al atreverme a viajar por África conduciendo mi propio vehículo, y hacerlo en solitario.
- ¿Te ha tocado cruzar zonas hostiles o de conflictos en África? ¿Cómo gestionas la tensión en estos países? ¿tomas algunas precauciones especiales? Además, por tus rasgos, en ciertos países no pasarás desapercibido.
La zona más hostil que he cruzado ha sido Guinea Conakry, es un país muy militarizado con una dictadura militar, y el simple echo de que sospechen que has echo una fotografía en que salga un militar o instalación militar se convierte en un problema, hasta el punto que en Conakry, capital del país tuve que borrar todas las fotografías que había echo ese día y estar en riesgo de ser detenido por militares. En toda África subsahariana ves militares y vehículos blindados diariamente, y en los constantes controles policiales en la carretera a menudo te piden dinero e inventan problemas con tus documentos para presionarte, hasta el punto que en más de una ocasión me han amenazado con inmovilizar mi vehículo y rozar la detención, pero también es cierto que en mi caso, la silla de ruedas ha generado un afecto balsámico pues en cuanto les explico que voy en silla de ruedas, inmediatamente cambian y incluso me llegan a pedir perdón.
Las tensiones hay que gestionarlas con la máxima paciencia, respeto y prudencia pues siempre tienes las de perder. En mi caso la silla de ruedas me abre muchas puertas y también descubrí que decir que soy de Barcelona, abre la puerta del fútbol que en todos estos países es prácticamente una religión.
Tomo las máximas precauciones como dormir en gasolineras que por la noche tienen vigilante y dándoles una pequeña propina te dejan pasar la noche allí. También al llegar a algún poblado paro cerca de alguna casa en la que veo muchos niños y familias y les pido permiso para dormir al lado de su casa, y siempre acaban ofreciéndome toda su hospitalidad, también es cierto que algunas noches he dormido en lugares muy solitarios en medio de la sabana, desierto o selva. En las ciudades y alrededores es mucho más complicado y hay que buscar lugares muy seguros, hoteles, camping o zonas muy vigiladas. Aun con todo, cerca de Banjul (capital de Gambia) mientras dormía en el coche sufrí un robo en una situación sumamente complicada que por suerte “solo” supuso el robo del teléfono y una bolsa donde tenía una batería.
Ciertamente no paso nada desaparecido pues para ellos un blanco es una oportunidad de ganar algo de dinero, y en mi caso al echo de ser viajero blanco se suma que viajo por mi cuenta y en silla de ruedas.
- 2025; ¿Qué nos espera este año en tu canal o RRSS? Entiendo que la segunda etapa del viaje por áfrica. ¿Qué expectativas tienes?
Mi principal proyecto a realizar este año será en octubre en que viajaré a costa de marfil a retomar mi vehículo que tengo aparcado en el aeropuerto de Abiyán, e intentar llegar desde Costa de Marfil a Sudáfrica, conduciendo por una docena de países. Espero poderlo hacer en tres meses siempre que las propias dificultades del viaje me lo permitan, pues mi coche es un mercedes familiar que funciona perfectamente, pero que no es un 4×4 y es un poco bajo. También necesito cargarme de la valentía , energía, paciencia y resiliencia necesaria para lograrlo, y esto va a ser lo más complicado pues he de reconocer que la primera etapa me llevo al límite y ahora se lo que me espera, pero también se que lo que viviré será insuperable.
¿Expectativas? Todo y la magnitud de este proyecto, en junio quiero hacer algún viaje con mi bicicleta de mano (handbike), aún estoy decidido si haré el Camino del Cid, de Burgos a levante, la vía verde Santander Mediterráneo o la transpirenaica, en todo caso si no encuentro compañeros de viaje lo haré en solitario.
- No podemos dejar de preguntarte por tu otro gran reto, la subida al campo base del Everest. Entiendo que fue un gran desafío pero no únicamente el ascenso, ¿Cómo fue llegar hasta Nepal?
Siempre es un reto volar siendo parapléjico pues al cansancio que todos sufrimos en un vuelo tan largo con enlaces y esperas que en este caso supero las 24 horas, yo tengo que añadir los problemas de la espasticidad muscular y dolor neuropático que comporta la paraplejia, hay que ir preparando mentalmente para saber qué en el avión no vas a poder levantarte ni para ir al baño, y sufrir el estrés emocional que significa saber que “tus piernas” viajan con las maletas, y rezar para que te devuelvan la silla en perfecto estado. El resto de incomodidades las vivo igual que cualquier otro viajero.
- ¿Qué sientes cuando finalmente llegas hasta el campo base del Everest y consigues tu objetivo?
Es complejo explicar todos los sentimientos que me invadieron no solo en el momento de hacer “ cumbre” sino en los 12 días que costó recorrer los más de 140 kilómetros que significa subir y bajar desde Lukla al campo base del Everest.
No negaré que la emoción me superó y lloré de emoción y alegría, estaba allí con mis amigos y sobre todo con mis dos hijos, Ángel y Daniel de 23 y 27 años, ten en cuenta que uno de los lutos que tuve que superar después de la lesión medular fue saber que ya no podría escalar ni ir al monte con ellos, y que el destino tenía preparado esta sorpresa para mí, estaba allí, en el corazón del Himalaya con ellos, no solo fue un regalo que me dio la vida sino una lección, pues nunca sabes lo que el destino te tiene preparado. También tuve muy presente a Sergi Mingote que fue la primera persona que me propuso este proyecto pero que lamentablemente falleció hace tres años intentando el K2 invernal, allí arriba dedique un buen rato a dar las gracias a todos mis amigos y compañeros de cuerda con los que tantos años he compartido la montaña, a todas las personas que me acompañaban en ese proyecto, porteadores, amigos, club, etc pues sin ellos este sueño no habría sido posible.
Fue pura emoción, y me atrevo a adivinar que muchos de vosotros conocéis ese sentimiento y emoción que te embarga cuando consigues realizar un sueño o reto, ese instante en que miras al infinito mientras tomas consciencia de lo vivido, y que por muy duro que haya sido llegar a la cima, oteas el horizonte buscando tu próxima cima, que en mi caso era el viaje que dos meses después me llevo a recorrer África occidental.
- Una pregunta que os hago a todos los viajeros de este canal y que siempre me da mucha curiosidad, con todo lo que has recorrido y las experiencias vividas, a quien o qué temes más durante tus viajes, ¿a la naturaleza o al ser humano?
En mi caso he de dividir la gestión de ese temor a las dos vidas que me ha tocado vivir. Antes de la silla de ruedas la mayor parte de mis viajes estaban vinculados a la escalada el alpinismo y la naturaleza, por tanto la meteo de manera general, el viento en casi del parapente o el agua en la espeleología y el descenso de barrancos eran lo que más respetaba pues me ha tocado vivir situaciones complicadas en alta montaña y conozco el poder de la madre naturaleza.
Desde que voy en silla de ruedas sigo respetando sumamente a la madre naturaleza, pero mi principal preocupación siempre es la accesibilidad y también tomar consciencia de mi fragilidad frente a la humanidad, pues desde el punto de vista de la seguridad, las situaciones más complicadas las he vivido de mano del ser humano y pongo como ejemplo la dificultad vivida al enfrentarme a algún robo con diferentes consecuencias, pero a mí, solo hay que tirarme al suelo para para robarme o dañarme, pero también es cierto que creo en la condición humana y que he recibido demasiado del ser humano desde que voy en silla de ruedas, como para poner delante de todo lo recibido a lo sufrido.
- Y tu familia y amigos ¿Cómo llevan los desafíos tan extremos a los que te enfrentas en algunas ocasiones?
Mis hijos lo viven con naturalidad, sea por genética o por vivencias, ha mamado el deporte, el monte, la roca y viajar por el mundo desde que tienen recuerdos, cuando hace seis años les pregunte que les parecía que su padre viviera en una autocaravana, me dijeron que si era lo que yo quería lo hiciera, que ya me conocían y que si eso me iba a ayudar a superar la lesión, que adelante. Ahora ya están tan acostumbrados que a menudo cuando alguien les pregunta donde estoy, no saben situarme exactamente, en que lugar o país estoy.
Los amigos y conocidos es mucho más diverso, desde los amigos de verdad que me dicen que soy un referente, los que piensan que soy un loco, y los que desde la distancia no entienden la realidad en la que vivo y creen que soy un pobre inválido que vive en una furgoneta.
- ¿Prefieres hacer tus viajes solo o en compañía? ¿Por qué?
Empecé a viajar solo desde que la silla llego a mi vida, a menudo es complicado encontrar un compañero de viaje que pueda estar dos o tres meses viajando, además yo viajo con muy bajo presupuesto por lo que las incomodidades están a la orden del día, aunque para mí, que me moje la lluvia, pasar calor, cocinar, dormir al lado de la carretera o en medio del desierto no son una incomodidad, son un privilegio y además me gestiono muy bien en mi soledad, que no tiene nada que ver con sentirse solo pues soy muy extrovertido y enseguida conecto con la gente, pero si encuentro compañeros de viaje también me siento muy bien.
- El mundo es un lugar muy grande y a la vez pequeño ¿Tienes relación con otros Youtubers viajeros o personalidades del ecosistema viajes?
No tengo relación continuada con viajeros que comparten sus experiencias en las redes sociales, a excepción de los alpinistas y escaladores, que son viajeros y alquimistas aventureros por antonomasia, pero soy un admirador de cualquier viajero desde que tengo consciencia, pues mis referentes de infancia eran viajeros y aventureros, Jaqués Cousteau, Marco Polo, Colón, Amundsen, Livingston Mesner, Julio Verne etc etc. De niño siempre soñaba en ser el protagonista de la frase: doctor Livingston supongo, atribuida al explorador Henry Stanley cuando después de dos años explorando África encontró a Livingston conviviendo con indígenas en el centro de África.
Albert coincidió durante su viaje por África brevemente con nuestro amigo Pablo (Bikecanine) del que también escribimos en Entre Desafíos. ¡Nos encanta ver como nuestros protagonistas se cruzan en el camino!
- ¿Cómo consigues costear tus viajes? ¿Cuentas con el apoyo de algún patrocinador, fundación o institución?
A mí nivel, es muy complicado conseguir sponsors para mis proyectos, solo he conseguido patrocinio en algún proyecto. Como la ascensión al pico «Nou Creus» en el Pirineo y al campo base del Everest en el que la Fundación Sportium se involucró al 100% por lo que estoy profundamente agradecido por la confianza que ha depositado en mi.
También , y de manera parcial y a través de un crowdfunding conseguí financiar el 50% la silla de sitwake. También en el Camino de Santiago la marca de la handbike que usé, Batec, me cedió la bicicleta y me ayudó con la logística y también se involucró una Ortopedia, Dissalut y un restaurante, Celler del Roser, los dos de Lleida.
También obtuve patrocinio de ARC, empresa del sector de vehículos adaptados en la adaptación de mi Camper en la que vivo y viajo.
- Sobre el camino de Santiago, ¿Cómo fue vivir esta experiencia desde tu perspectiva? ¿Está España adaptada para que pueda hacerse un viaje de este tipo en una bicicleta adaptada?
El camino fue una magnífica experiencia no ausente de las dificultades añadidas que significa hacerlo en solitario y con handbike. Tuve un par de caídas en las que no me pude levantar hasta que alguien pasó y me ayudó, y en Navarra me quedé atrapado al pasar una vaguada y no podía remontar por falta de tracción, y estuve intentando salir durante más de una hora hasta que por fortuna, paso un vehículo de forestales que me ayudaron a salir del camino y llegar a la carretera, y no me quedo más remedio que hacer el camino por rutas asfaltadas.
Por otra parte, los albergues no estás preparados y eso a menudo me obligo a hacer etapas muy largas para encontrar un albergue ya no adaptado sino accesible. Solo encuentras albergues adaptados puntualmente, y en Galicia que lo están todos.
- Por si todo esto fuera poco, has cruzado el atlántico en velero, ¿Qué nos puedes contar de esta experiencia?
Cruzar el atlántico a vela es un viaje a tu propio interior que puso a prueba mi capacidad para gestionar situaciones complejas como golpes de mar, olas pasando sobre la cubierta, o maniobras para trinar velas con vientos fuertes.
Zarpamos de Tenerife y navegamos una semana para llegar a Cabo verde donde hicimos escala, y dos semanas más en cruzar hasta Guadalupe en las Antillas al sur del caribe. Viajamos con los vientos alisios que son muy favorables para viajar de este a oeste, y en el barco de 18 metros de eslora parcialmente adaptado viajamos 9 pasajeros/ tripulantes, tres en silla de ruedas, una persona con muy poca visión, otra persona con secuelas de un ictus, una doctora, el capitán y su ayudante. Ciertamente fue una auténtica odisea pero fue una gran experiencia como navegar horas escoltados por delfines, el avistamiento de ballenas o las puestas de sol y cielos estrellados más impresionantes que he vivido jamás. Todos teníamos tareas como ayudar a trinar y recoger cabos, estar pendientes del timón o hacer turnos de guardias 24 horas al día.
- ¿Suele ayudarte la gente allí donde vas? ¿Dónde quizás son mas amables en este sentido?
Siempre recibo y acepto ayuda allí donde voy, ya sea para subir una cuesta, entrar en algún lugar inaccesible o cuando me caigo, que todo y que me levanto sin ayuda del suelo, recibir ayuda siempre lo agradezco.
Los países islámicos son profundamente amables y siempre están dispuestos a ayudarte, y todos los que rodean el mediterráneo. Los nórdicos y centroeuropeos son más fríos, pero siempre hay personas dispuestas a ayudarte. También he observado que las personas más pobres o nivel económico más precario, son las que están mas dispuestas a ayudarte de forma absolutamente altruista como fue en el caribe, Magreb o África subsahariana.
- ¿Qué continentes están mejor o peor adaptados para personas en silla de ruedas?
Mi experiencia en Asia, América y Oceanía es mínima o en el caso de Oceanía inexistente, solo puedo hablar con criterio de Europa y África. en África las adaptaciones son pocas o simplemente no hay ninguna, y las pocas que encuentras o están mal diseñadas o has sido inutilizadas, en África no he encontrado un solo hotel que se anuncie como adaptado y lo sea en realidad, no tiene ningún tipo de adaptación en la obra pública que sea realmente funcional.
Conozco bastante bien Europa puesto que he estado en todos sus países a excepción de Chipre, San Marino, Bielorussia y Ucrania y puedo decir con conocimiento de causa que España es uno de los mejor adaptado junto a Holanda, Bélgica y Alemania.
Italia es muy curioso pues cualquier edificio o instalación turística está perfectamente adaptada, es el único país donde he podido acceder a todos y cada uno de los castillos, museos, teleféricos etc. que he querido visitar y además siempre es gratuito para los minusválidos. Por poner un ejemplo , en Nápoles fui a visitar el Vesubio, y el tramo superior que solo se puede subir a pie, pusieron a mi disposición un vehículo 4×4 con conductor para que yo pudiera llegar hasta el mismísimo cráter, pero luego vas por cualquier calle de cualquier ciudad de Italia y es un auténtico desastre. En Europa del este me sorprendió Estonia donde se está haciendo un esfuerzo al respecto pero solo puntualmente, también hay que reconocer que Noruega hace buena obra pública accesible, pero a años luz de España, Bélgica y Países Bajos.
- ¡Cuéntanos alguna anécdota de algún viaje que no hayamos visto en tus vídeos!
En la vida de un viajero en silla de ruedas hay muchas anécdotas a contar pues la gente a menudo se sorprende de verte viajar solo por el mundo. Recuerdo un día en Guadalupe donde más del 90% de la población son descendientes de esclavos traídos de África. En cualquier pequeño pueblo o puerto por los que pasaba la gente sentía curiosidad por mi situación y se sorprendían de verme y me prestaban su ayuda y hospitalidad, y sus caras eran un auténtico poema cuando a su pregunta de cuando y como había llegado a la isla , les decía que había llegado a la isla navegando a vela desde Europa, era realmente divertido.
- Un libro que puedas recomendarnos, ¿Por qué ese?
!He Petrel¡ De Julio Villar. Un viejo libro donde el autor explica sus viajes en los años 70 que duraron años, navegando por todo el mundo en un pequeño barco de vela y sin motor y sin experiencia previa en navegación, y todo y así, cruzo mares y océanos, el Pacífico, Indico Atlántico que lo cruzo en los dos sentidos, pasando dos meses sin ver tierra y sobreviviendo a grandes tormentas en un cascarón de menos de 10 metros.
- Una frase que te motive y que quieras compartir con nosotros.
Hay una frase que ha sido un dogma desde que tengo recuerdos de proyectos y sueños teóricamente imposibles, y que he transmitido a mis hijos y amigos:
«Si se puede soñar, se puede hacer.»
Este escueto credo ha sido la base de todos y cada una de mis escaladas y viajes por el mundo, antes de la lesión y sobre todo después de la lesión puesto que el mundo de los usuarios de silla de ruedas, el mensaje más habitual que te llega siempre es, no podrás subir, bajar, ir o llegar, y el simple echo de que rompas esas barreras viajando por todo el mundo y llegando a lugares absolutamente inaccesibles, te convierte tanto en un bicho raro como a un referente.
- ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las personas que enfrentan desafíos similares?
Sobre todo es que crean en si mismos, que aprendan a gestionar el miedo y sobre todo el pánico, porque en cualquier caso la autoconfianza es clave, y está se refuerza entre otras muchas cosas en la preparación física y mental, en una buena planificación todo y que a menudo las mejores vivencias llegan de la mano de la improvisación o casualidad que te trae el destino. Recordar que esa frase de que el cementerio está lleno de valientes tiene como antagonista a la frase de que se han destruido más vidas por miedo que por valentía. Así que ante el miedo, planificación, autoconfianza y sobre todo realismo, pues la mayor parte de los miedos y temores que tenemos nunca van a suceder, y algo que me enseñó la escalada en roca, cuando me encontraba en situaciones extremas en las que cometer un error podía ser fatal, la gestión del pánico es clave pues tomar decisiones en esa tesitura siempre te lleva al error y en el caso de la escalada y alpinismo eso puede acabar en caída y sus consecuencias, así que ante el pánico autocontrol, y ante el peligro, decisión y firmeza.
- ¿Nos hemos dejado alguna pregunta en el tintero?
Siempre hay otra pregunta por hacerse, pero la más importante que un viajero y por tanto soñador debe hacerse no es si puedo hacerlo o no, es como voy a hacerlo, justo en ese instante empieza la metamorfosis del sueño a la realidad.
- ¿Dónde veremos a Albert después de conquistar Ciudad del Cabo?
Como cocinero de profesión la cual viví con una intensidad que me permitió vivir la alquimia de manera intensa y personal, en todas mis charlas y conferencias digo que en mi mente y de manera metafórica, siempre tengo alguna olla o cazuela a fuego lento, esperando que desprenda el aroma adecuado y ahora mismo tengo Australia, la costa oeste de Sudamérica, también Sudeste asiático, pero esa, ya es otra historia.
Bibliografía:
- Instagram @Albertlleida
- Website: Albert Lleida
- Albert Ll. conversación directa con protagonista.








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